El despertar de Gregorio Samsa convertido en cucaracha es una de las imàgenes màs paradojales y enigmàticas de la literatura del siglo pasado. Muchas personas han reaccionado con cierto grado de incomprensiòn al sentido que dicha metàfora encierra, y en verdad, resulta raro creer que de la noche a la mañana alguien pueda convertirse en insecto y llevar una nueva vida bajo esa condiciòn. Esta es una breve explicaciòn de la puesta en escena que Kafka plantea en su ya clàsica novela.
Al cabo de una noche inquietante, el ofcinista G. Samsa amanece bajo una forma gestada por la metamorfosis del sueño, donde el despertar pasa a ser la toma de conciencia respecto de su propia vida basada en el sometimiento y el compromiso servil a las òrdenes que sobre èl ejercìan un poder ilimitado: Dependencia del trabajo, Orden familiar y Esquema societario. A partir de la metamorfosis G. Samsa pasarà a convertirse en la imagen del hèroe contemporàneo, traumado y abandonado por la sociedad y la familia a la que habìa servido en forma regular por tanto tiempo. De ahì que entran dos fuerzas en pugna para el personaje: deber y responsabilidad por reincorporarse al mundo por un lado y la perspectiva de insecto que le rehùsa a continuar siendo utilizado por los demàs. Una le obliga a salir e integrarse; la otra le retrasa e impide llevar a cabo sus intentos.
La familia, amigos y compañeros de trabajo reaccionan con horror y rechazo, a lo cual Gregorio toma conciencia de que ha dejado de ser objeto ùtil y se rebela. Escapa a todos los esquemas en un proceso que se le va presentando como inevitable. Entonces la decisiòn de aislarlo en la habitaciòn es la soluciòn lògica que todos comparten y aprueban, en una constante degradaciòn a la existencia de Gregorio Samsa, que constituye el ìcono de un mundo sometedor y excluyente que se cierra y se protege a sì mismo aùn a costa del propio ser humano.
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