sábado, 20 de septiembre de 2008

UN EVANGELIO CASI DISTINTO


Podríamos catalogar así el texto iconoclasta de José Saramago, "El evangelio según Jesucristo", novelaza de uno de los mejores premios nobel de narrativa en cien años, respecto de la cual desde un comienzo se puede entender que no es una simple especie de "biografía novelada" sino una verdadera obra de arte literario, donde las referencias históricas de la vida de Jesús, son sólo un marco, un entorno para contar una versión muy personal y personalizada del Mesías, donde por cierto no escapan aquellos datos de su vida que no han sido aceptados oficialmente, pero que del punto de vista narrativo le dan un peso y verosimilitud - no veracidad - únicos a la novela. Desde la modernidad bajo la cual escribe Saramago, se trata precisamente de un evangelio hecho novela en el sentido más amplio.
Es posible encontrar varios aspectos estructurantes de la "historia" que se cuenta, y que la hacen un texto provocador y de apertura a la discusión ideológica, sociológica, filosófica y teologal. Estos son: El orígen de Jesús, la culpa heredada de su padre José, el aprender en la vida, el amor sensual y su destino o rol como salvador de los hombres.
Hablaremos del amor sensual.
Una vez llegado a edad adulta, Jesús expulsado del rebaño por el pastor en el desierto, vuelve a Nazareth donde vivirá uno de los episodios más significantes de la novela, cuando María Magdala cura las heridas de su pié, convertidas en llagas de lo sagrado, pero sanadas con las manos de lo profano. Así se abre un portal para el enaltecimiento del erotismo, desterrando la idea del pecado, al rescatar e iniciar al hombre que encarna Jesús, y sublimando de paso a la condición humana que hasta ahora le ha tocado padecer y que por cierto continuará padeciendo.

Es todo poesía, belleza y sutilidad narrativa:

"Calma, no te preocupes, no te muevas, déjame a mí , entonces sintió que una parte de su cuerpo, ésa, se había hundido en el cuerpo de ella, que un anillo de fuego lo envolvía, yendo y viniendo, que un estremecimiento lo sacudía por dentro, como un pez agigantándose, y que de súbito se escapaba gritando, imposible, no puede ser, los peces no gritan, él, sí, era él quien gritaba, al mismo tiempo que María, gimiendo, dejaba caer su cuerpo sobre el de él, yendo a beberle en la boca el grito, en un ávido y ansioso beso que desencadenó en el cuerpo de Jesús un segundo e interminable estremecimiento" (pág. 324)

FINALMENTE UNA "CURIOSIDAD": SARAMAGO SE INSPIRÓ A PARTIR DE LA PUBLICACION DE UN DIARIO, PARA EMPEZAR LA NOVELA DESDE LA MATANZA DE LOS SANTOS INOCENTES,DE ENTRE LOS CUALES EL NACIDO JESUS NO FUÉ VÍCTIMA, SINO MAS BIEN FUGITIVO.

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