


La venerable Mónica Bellucci, nos regala su esplendor en la ofrenda misma de las diosas. Qué más decir, si con sòlo verla uno enmudece.
A ponerse los audífonos y disfrutar esta experiencia de "fulgores de emanación guardada" con la melodía figlio perduto de Beethoven, canción con la que cierra una de sus mejores actuaciones en "irreversible".
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